Y lo que más me sigue sorprendiendo, ¡ha salido de nuestras manitas!
Nuestro comedor es grandecito y desde siempre habíamos querido crear dos zonas poniendo el sofá en medio. Aún recuerdo la cara de mi madre cuando llegamos al piso y sólo teníamos un sofá cama de ikea naranja que habíamos plantado en medio del comedor. ¿Lo vais a dejar ahí en medio? decía … y yo afirmaba porque en mi mente veía lo que tenemos a día de hoy y 4 años más tarde.
Estas Navidades los reyes nos trajeron una mesa para detrás del sofá. Esta mesa que crearía la 2a zona del comedor y que además me serviría de segunda mesa de trabajo. ¡Y he pasado muchas más horas de las que pensaba! ¡Me encanta la atmósfera de este lugar!
Cuando empezamos a buscar mesa para detrás del sofá sabíamos que la queríamos estrechita, con estilo nórdico y combinando madera-blanco. ¿El problema? que no había ninguna que encajara con nuestras medidas ¡Imposible! Y los pocos lugares que encontramos que nos la podían hacer a medida, se nos iba un poquito de presupuesto.
Fue un poco casualidad cuando supimos que un amigo muy amigo de J. tenía una soldadora de hierro y además ¡la sabía hacer funcionar como nadie! Así que le comentamos nuestro proyecto y cómo queríamos la estructura de la mesa. Se trataba de cortar y soldar hierro galvanizado consiguiendo una estructura muy regular y firme. El sobre del escritorio serían baldas de madera natural barnizadas.
Él nos dijo … «la estructura se hace casi en una tarde» «subiros a mi casa y lo hacemos» Y así hicimos, aprovechamos los días de Navidades y nos subimos a su casa con 4 tubos de hierro. Un poco de corte, un poco de lija y soldadura de hierro. En una tarde habíamos conseguido crear y montar la estructura de nuestra nueva mesa. Con lo difícil que parecía ¡Suerte de este buen amigo! ¡Y su soldadora de hierro!
Después el proceso siguió unos cuantos días: limpia estructura con disolvente; pinta primera capa de pintura blanca; espera el secado; vuelve a pintar 2a capa de pintura blanca; coloca lamas de madera; corta las lamas a medida; barniza lamas; fija las lamas a la estructura; coloca topes de plástico para las patas y … después de unos cuantos días de trabajo intenso … ¡mesa lista!
Este es uno de esos proyectos que el «durante» es un poco farragoso (muchos pasos, muchas horas de secado y trabajo), pero que después ¡merece mucho la pena! Primero porque conseguimos exactamente lo que estábamos buscando (una mesa nórdica para detrás del sofá) y segundo porque es un proyecto lleno de cariño y ese toque handmade que te hace estar orgulloso cada vez que la miras.
Como ya os decía, le estoy sacando más partido de lo que me esperaba. No sé por qué pero ese rincón tiene una luz y una atmosfera especial que me hace sentir cómoda. Me gusta el hecho de cambiar de aire y pasar del despacho a este rincón más luminoso y acogedor.
Y tú, ¿tienes algún rincón favorito hecho con tus propias manos?[/box]
¡Feliz Lunes!
Pues queda genial!!!! Y seguro que a la vez es muy práctica.
Me gusta mucho el estilo nórdico para la decoración de la casa…relaja tanto!!!
Enhorabuena por el trabajo. Ahora toca disfrutarlo!!!!
Ha quedado genial, es preciosa 🙂
Ha quedado super bonita!!!
Te felicito, ha valido la pena el trabajo y la espera!!!
Es una pasadaaa!!!!!
Que bonita os ha quedado, y lo mejor. Es única!!!!
Ha quedado muy bonita!! El complemento perfecto para el salón!!
Besos
Qué bonita la mesita! Y ese sofá gris… ays <3
Maravillosa! Me has dejado boquiabierta! Yo tengo una también detrás del sofá pero un poco más ancha. Os ha quedado tan bonita! Os felicito!
Hola, sencillamente me encanta,tienes razón la atmósfera que has creado es muy agradable, ¿Has usado alguna vez la pintura Chalk paint? para ti sería un recurso genial!!! y sobre todo te ahorras el disolvente!!! vaya yo soy una fan de esta pintura. Felicidades por tu Blog a mi me encanta.
Hola Diona!
Claro que la conozco!! 🙂 pero para hierros nos recomendaron este tipo de pintura porque es muy duradera y consigue que no se oxiden con el tiempo 🙂
Eso sí, yo tb soy fan de la ChalkPaint para todo lo demás.
Pero que cosa tan chula
Me encanta la mesita! Buena idea para mi nuevo hogar, que pronto será una realidad…
Te ha quedado genial!!! Desde la ignorancia te pregunto, ¿cómo fijaste las lamas a la estructura?
Un saludo,
Lucía
Lucía, hicimos unos agujeros en los hierros y pasamos unos tornillos. ¡No hizo falta más! 🙂
Es preciosa!!! Para que la madera os quede tan clara qué habéis empleado? Porqué me encanta ese efecto de madera tan clara.
Un saludo.
MariÁngeles.
La madera ya era así. Es pino o aveto sin tratar, barnizado directamente 🙂
Y qué barniz empleaste es que el aspecto es tan natural y me encanta cómo ha quedado, me gustaría poder hacerlo también.
Muchas gracias.
T ha quedado genial y tiene un gran valor x haberla hecho vosotros.
Muy chula.
Saludos
Me encantaaaaaaaaaaa!!! justo lo que quiero!!! es verdad que es complicadisimo encontrar este tipo de mesas! qué envidia me das! 🙂
besos
Isabel
Muy chula! Laborioso proceso pero precioso resultado. También me ha encantado la lámpara de pie. ¡Algo así busco yo para mi salón (también de estilo nórdico, de Treku, en colores nogal claro y mostaza). ¿De dónde es?
Un saludo!
que bonita! felicidades!
Te ha quedado de dulce!!!!. Besitosss Anna!!!.
Ideal, te ha quedado perfecta.
me gustaría ser capaz de hacer yo mismo estas cosas.
Hola me gustaría saber que barniz has empleado para conseguir que se siga quedando el color natural. Gracias!!
Luce genial, Cuáles son las medidas ?
Me encanta este escritorio detrás sofá. Yo me lo estoy planteando ahora. Me podrías decir cómo has solucionado el tema de los cables?
Gracias
Una mesa muy apropiada para tener a mano y cerca del sofá los típicos objetos que se suelen perder en él. Los mandos, paquetes de pañuelos, móviles… Tener una mesa detrás del sofá puede ser muy positivo si eres muy olvidadizo y despistado. También te ayudará a tener una mesa extra donde poner los platos de picoteo o las provisiones para el maratón de películas de esa tarde.
Este tipo de mesas son muy apropiadas para utilizarlas en nuestro día a día. Nos permitirán colocar sobre ellas objetos que utilicemos a diario como las llaves de casa, el mando de la televisión, poder cargar nuestro teléfono móvil e incluso colocar una bebida o un plato de comida sobre ella mientras disfrutamos de una tarde de películas, colocándola cerca del sofá.