Hoy voy tarde y ya no puedo remediarlo …
Aunque sí puedo explicaros el por qué voy tarde. Y es que, llevo desde el Jueves prácticamente fuera de casa y puedo decir que desde el Lunes pasado como una loca (y como se diría en inglés) «super excited» por todas las emociones vividas.
Normalmente me gusta ser una persona previsora y casi siempre programo las entradas con mucho tiempo de antelación, coordino, escojo temas, etc. Pero la semana pasada se me fue de las manos y aquí estoy yo ahora, un Lunes después de unas primeras horas de la mañana con mucho trabajo ya, escribiendo esta entrada para no llegar tarde. El miedo núm.1 de esta entrada de hoy: no cumplir con lo prometido y no llegar a publicar entrada cuando toca.
Los que me seguistéis la semana pasada, sabéis que estuve en Madrid el Jueves y Viernes, para el evento de Limon y Nada (del que ya os hablo otro día, porque hay para largo y tendido) y claro, los días previos fueron una locura, ¡de trabajo! Pero os puedo avanzar que mi viaje exprés fue toda una experiencia de la que solo puedo extraer momentos positivos. Eso sí, el «run run» de la barriga al llegar a una ciudad que no es la tuya, sin conocer prácticamente a nadie y embarcarte a vivir nuevas experiencias, es mi miedo núm.2 de hoy.
También aproveché la experiencia para conocer y desvirtualizar a mucha gente que seguía de hace muuuuuuchos años, ¡muchos! Y eso siempre impone un poco a la par que me produce el miedo núm.3 de «desvirtualizarme» ¡con lo tímida que soy yo! 🙂
Llegué de Madrid a Barcelona el Viernes por la tarde y después de un retraso de 1h dentro del avión, que me dio para pensar ¡y mucho! en todo lo que había vivido en Madrid. Al día siguiente me esperaba ¡una ponencia en Las Súper Jornadas para Mini Emprendedores! Y claro, ya casi ni me acordaba de lo que contenía mi presentación. Miedo núm. 4: hacer el ridículo.
Al final, de todo se va aprendiendo en esta vida, y ya sé hasta animarme a mi misma, por la noche yo misma pensaba … «¿Quién va a saber más de mi propia «fotografía casera» que yo? Anna! Si ya has hecho más de 6 ediciones de tu taller de foto! ¿Cómo vas a tener algún problema?» Así que, al final, el Viernes pude dormir algunas horas y conseguí por primera vez, dominar un poco a mi miedo núm.4
El Sábado con mi miedo controlado, me planté en las Súper Jornadas y con el subidón que traía de Madrid, parecía que me comía el mundo … ¡sí! Hasta que me puse delante de las 60 personas con mando-puntero en la mano y se hizo el silencio … el miedo núm.5, el mega-mayor de los miedos, se apoderó de mi, «hablar en público» o lo que se traduce en mi persona, «ser el centro de atención» ¡Ese! es un miedo incontrolable!
El momento, «hay 60 personas mirando, pendientes de mi y esperando algo» ¡ese! ¡es el momento! 60×2=120 ojitos brillantes apuntando hacia ti. Entonces el miedo núm.5 habla por ti, te hace temblar un poquito la voz, te entran los sudores fríos, y deja la boca seca. Bueno, y ya si os cuento cómo me deja a mi el pulso … jajaja … las 60 personas que allí estaban pueden dar fe de ello. Más que un puntero láser, parecía un terremoto de escala 7 incapaz de apuntar donde quería, jajaja.
¿Pero sabéis qué? Por primera vez, conseguí cogerle cariño a este miedo núm.5, aprendí a quitarle importancia, a sobrellevarlo y hasta me reí de mi misma por dejar que este miedo me controlara. ¡Y me lo pasé pipa! ¡ME-LO-PASÉ-PIPA! ¡y no me lo creo! Por primera vez, disfruté como nunca con mi ponencia y creo que todos los participantes lo sintieron … rieron conmigo, con mis «tembleques de mano», con mis pequeños fallos y con los que no lo fueron.
Mi conclusión personal para superar tus miedos es: no los controles! convive con ellos! y quítales importancia! ríete de ellos y disfrútalos! En mi caso personal, ser lo más natural («lo más yo posible») es lo que mejor controla mis miedos.
Así que … miedo núm.1, miedo núm. 2, miedo núm.3, miedo núm.4 y miedo núm.5 … ¡siempre me lleváis loca! pero os quiero como nunca! 😉
Y tú, ¿cómo controlas tus miedos?[/box]
Yo tengo un secreto para ese miedo, llevar algún objeto querido en la mano, es algo inconsciente pero funciona 😉 Un abrazote
Gracias Sara! Para la próxima lo pruebo! 🙂
Qué buen escrito Anna! Tu crónica me ha hecho sonreír, imposible no identificarse…me pasa exactamente lo mismo cada vez que hago un taller. Estoy 100% de acuerdo contigo, lo mejor es reírse de todas esos miedos, entender que a la mayoría también le pasa y centrase en aceptar que en ese momento vas a dar lo mejor de ti «aquí a ahora». Y si lo consigues, entonces como por arte de magia acabas disfrutando como una enana :))
Como alumna en uno de tus talleres de fotografía, sólo puedo decirte que eres una comunicadora cojonuda y que tienes un arte especial para explicar lo que sabes. Vamos, que te vayas quitando esos miedos de encima porque eres muy grande <3
Muchísimas gracias por tus palabras Marta!!! Venga! q con lo q dices los combato seguro! Un abrazo guapa! 🙂
¡Qué risas con el puntero! Me encantó tu presentación, ya te lo dije en las jornadas pero al leer el post de hoy no he podido resistir volvertelo a decir. ¡Qué no nos cobran las palabras!
Solo quería decir que el miedo lo sufrimos todos, y ese miedo o nervisismo reconocido te acercó a los 120 ojitos brillantes que te mirabamos atentas para aprender el máximo de ti y despojarnos de nuestros propios miedos para seguir adelante con nuestros proyectos.
Gracias, a ti y a todos los colaboradores que lo disteis todo, de verdad.
¡Un abrazote!
Jajajaja, verdad q si? es que fue lo más! jajaja parecía todo controlado, pero el pulso no miente! 😉
Muchas gracias otra vez! no me cansaré de decir que por estas pequeñas cosas merece muuuucho la pena!
Y también ayudará ver caritas sonrientes, amorosas e incondicionales delante, nooooooooooooo???????? 😉
Claro!!!!!!! esos ojitos son los que más apoyan! muuuas!
¡¡Qué buena entrada Anna!!
Me he sentido en la mayor parte identificada, y has sido muy oportuna porque en los próximos dos meses a mí me van a tocar experiencias profesionales que me van a enfrentar a estas cosas… Ainss!
Pero leyendo la energía que desprendes, las cosas se ven de otra manera 🙂
¡Me ha sacado una sonrisa!
Y los que te seguimos y queremos, nos gustas con entradas programadas y sin ellas…
Un besico ^^
Ostras Anna, si fué genial….recurristes a esa humorista que llevas dentro y que se rie de las dificultades….nos enseñastes tantas cosas y tan «faciles y sencillas»…gracias, no cambies nunca. Una recien nacida «fan tuya» !!!!. Un petó.
ay Ana!!! me encantado tu post mientras leia tu post me daba la sensación de haberlo escrito yo, yo también soy supertimida y lo paso fatal cuando conozco a alguien por primera vez, y tambien me tiembla todo y que mal se pasa porque intentas que la gente no se de cuenta, queremos controlarlo todo y no puede ser la verdad que lo mejor es enfrentarse a ellos y seguro que poco a poco vamos superando ese miedo escenico.
Jajajaja No me puedo creer que sigas sintiendo esas cosas!!! La experiencia es un grado y tú ya hace mucho que haces estas cosas! Supongo que es parte de tu responsabilidad para hacer las cosas bien y de todo lo que se espera de ti. Me alegro de que lo estés superando con humor. Reírse de uno mismo ayuda a curar muchos miedos. U besazo.
Genial tu entrada!!! Felicidades por aprender a vivir con tus miedos. Debería ser algo que nos enseñaran en algún sitio, verdad? Ganaríamos horas de sueño. Felicidades también por ser tan valiente de contárnoslos. Muchas veces no los expresamos por miedo al qué pensarán los demás o a sentir que descubrimos nuestro punto débil. Así que te felicito por partida doble.
Ah! no! Que además te salió genial la ponencia! Pues entonces FELICIDADES por partida triple!!
Bss
Sara
Anna, nos-lo-pasamos-pipa con tu buen humor y aprendimos de tu conocimiento y claridad explicando lo que nos-marcará-un-antes-y-un-después en nuestro trabajo, así que además de darte un enoooooorme ¡¡gracias!! a partir de hoy, Miedo nº.4&Miedo nº5 «bye, bye, hasta otro ratito» Bso
Anna, esos 120 ojitos brillantes estábamos ansiosos de aprender, y créeme que recibimos mucho más de lo esperado. Lo hiciste genial, me encantó tu ponencia.
Una abraçada.
En respuesta a como afronto mis miedos, trato de ser lo mas yo misma posible, sobre todo en situaciones como conocer a gente nueva y afrontar situaciones totalmente fuera de mi zona de confort.
Acudir a un coach puede ser transformador para superar nuestros miedos. Con su guía, podemos explorar nuestras limitaciones, encontrar fortaleza interior y desarrollar estrategias para enfrentar y superar los miedos que nos impiden crecer y alcanzar nuestras metas.