El arrepentirse de no haber comprado algo pasa cuando ves algo que te gusta, que querrías tener y no lo compras.
Pero cuando vuelves a pasar por el mismo lugar, donde sigue estando aquel preciado producto, el arrepentimiento se convierte en un impulso irresistible!
Mi propia definición de arrepentimiento e impulso irresistible se puede resumir en la siguiente simple imagen:
EEHHH eso me suena…
En las playas de venice o de Santa Mónica, donde había un millón de tiendecitas, allí estaba!!! Y él no te lo quiso comprar…
Joooo era mi próximo regalo de cumpleaños!!! Menos mal que aún no lo había comprado!!!
En fin, tendremos que pensar otra cosa…
Ya sabes principios de julio (you and me) Ahora aunque no me lo digan ya no lo olvidaré…
Un momento!!! ¿Era San Diego?
Yo el otro dia pase por una tienda y vi un breil que me gusto mucho pero no me compre…
Y me quede con las ganas…
Es decir, que si paso hoy otra vez…
San Diego, si senyora, en el ‘Old Town’ donde estaba el Mercado del mundo y todos aquellos puestecitos de indios-mejicanos artesanos.
Pero esta vez con 50% de descuento!!
🙂
Lo del breil, ya sabes … mejor no vuelvas a pasar, jeje … aunque yo pasaria hoy mismo!!
Don’t touch my breil…
Bueno, ya está… no me entero de nada, que te has comprado?
Jajaja, una figurita de TinkerBell exactamente igual que la de la foto. ¿Ahora si?
jejeje este David…
Me acuerdo del mercado!!QUiero volver!!! Necesito volver a comprar ropa!!!